EDUCACIÓN CRISTIANA
Educación cristiana es
la acción educativa y pastoral de la iglesia que transmite el mensaje
cristiano, con el objeto de acompañar el crecimiento y maduración de la fe de
los creyentes.
Es una forma eminente de
educación de la fe y como tal se configura como relación interpersonal,
acompañamiento y testimonio, intencionalidad educativa, organización y
experiencia.
Ser cristiano es tener
un encuentro personal con Dios, una relación, una experiencia.
Consecuentemente, enseñar desde el punto de vista cristiano consiste en lograr
que la persona tenga una relación personal con Dios y la mantenga toda su vida,
y por la eternidad.
El enseñar y recordar
las palabras de Jesús es la labor del Espíritu Santo, esa función se encuentra
en el centro de la misión de la iglesia. La iglesia no es más que un
instrumento en las manos de Dios, más específicamente del Espíritu Santo.
De esa manera nosotros
los cristianos al realizar este ministerio, podemos buscar y crear los medios
para preparar a la iglesia para colaborar en la misión de Dios.
La iglesia tiene por
necesidad, una función docente. La iglesia debe enseñar, tanto como predicar, o
de lo contrario no es iglesia. La responsabilidad por la enseñanza descansa
sobre la iglesia toda, aunque solo algunos de sus miembros, asumen tareas
educativas específicas, de la misma manera que la responsabilidad por el
mantenimiento de la actividad de la predicación del evangelio, así como también
la observancia de los sacramentos, descansa sobre la iglesia toda, aunque un
número limitado está llamado a predicar y a administrar los sacramentos.
La educación cristiana
posee dos objetivos los cuáles son:
Objetivo general:
Enseñar los fundamentos
de la Educación Bíblica Cristiana para poner en marcha un programa de educación
eficaz en las iglesias de Cristo.
Objetivos Específicos:
• Tener claridad sobre la esencia de la enseñanza bíblica
cristiana.
• Identificar los fines de la enseñanza bíblica cristiana.
• Reconocer los factores que influyen en el proceso de
enseñanza - aprendizaje.
• Poner en marcha un programa de educación bíblica cristiana
eficaz en las iglesias de Cristo.
El proceso de enseñanza
– aprendizaje
Dios hizo al ser humano,
nosotros debemos aprender cómo es que funciona el cuerpo del ser humano para
poder ayudarle cuando está enfermo.
Si queremos aprender
cómo es que el ser humano aprende eso es tarea de la pedagogía.
La pedagogía nos dice que
el aprendizaje es un proceso. Por eso hablamos del proceso de enseñanza –
aprendizaje.
Conocer la Palabra de
Dios
Es importante tener
claro que todo empieza con este paso. La gente tiene que entrar en contacto con
la palabra de Dios.
Comprender la Palabra de
Dios.
Comprender la palabra de
Dios quiere decir que sabemos lo que ella significa para nuestra vida diaria.
Cuando impartimos una enseñanza bíblica, el alumno debe comprender qué
significa esa enseñanza para su propia vida individual.
Estar seguros de que la
Palabra de Dios es lo mejor.
El alumno debe tener una
convicción muy fuerte de que la palabra de Dios es lo mejor para su vida y para
el mundo. Su convicción en la verdad de la palabra de Dios debe llegar hasta el
extremo de estar dispuesto a guiar su vida por la palabra de Dios. Su fe en los
principios bíblicos debe hacer que la palabra de Dios sea su norma de creencia
y de conducta.
Experimentar La Palabra
De Dios
Último paso
del proceso enseñanza - aprendizaje sin el cual no podemos decir que realmente
se ha enseñado. Cuando el alumno comienza a vivir de acuerdo con lo que se le
ha enseñado de la palabra de Dios, entonces podemos decir que ha aprendido la
palabra de Dios. Eso se debe hacer, con todo principio bíblico que se le presente:
vivir de acuerdo a ese principio. Eso y no la verbalización, es lo que hará
cambiar al mundo. El que verdaderamente ha aprendido la palabra de Dios, cambia
su forma de vida.