LA
ILUSTRACIÓN
Movimiento
cultural europeo del siglo XVIII, periodo que también se conoce como el Siglo
de las Luces. Como sugiere el nombre, el movimiento se caracteriza por un
impulso reformador y el esfuerzo por modernizar y educar la sociedad, tanto en
lo político, como en lo intelectual y artístico. En España, el reinado de
Carlos III (1759-1788) representa el cénit de la Ilustración, y el de su hijo y
sucesor, Carlos IV (1788-1808), su crepúsculo, ya que en 1808 empieza la guerra
de la independencia contra Francia.
El
movimiento tiene como punto de referencia las ideas filosóficas de Kant y
Condillac; las ideas políticas y sociales de Rousseau y Montesquieu; las
teorías económicas de Adam Smith; las poéticas de Boileau, Muratori y Luzán; y,
sobre todo, la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, artes y los
oficios, que comenzó a publicarse en Francia en 1750.
Los
ilustrados rechazaban las supersticiones, los prejuicios, la ignorancia
colectiva, el retraso científico y la mentalidad inquisitorial que achacaban al
siglo anterior.
Abogaban,
en cambio, por el cultivo de la razón para llegar a la verdad, la apertura al
resto de Europa y sus ideas, la divulgación de la cultura y la creencia de que
la instrucción pública está estrechamente vinculada a la felicidad y a la
prosperidad social. Aunque los ilustrados rechazaban las ideas del pasado
inmediato (el Barroco), querían recuperar el patrimonio cultural de otras
épocas, sobre todo del Renacimiento.
La
Ilustración concedió prioridad a la creación literaria con fines didácticos y
al servicio de la promoción de la cultura.
CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS DE LA
ILUSTRACIÓN:
NATURALEZA:
Amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante
la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen. El papel de
la naturaleza para originar y conducir la existencia de los hombres y de todos
los objetos del Universo. Según Newton "la naturaleza es considerada como
una gran máquina concebida por Dios y regida por las leyes establecida por
Él".
RAZÓN: Fe constante en el
poder de la razón humana. Durante la Ilustración llegó a pensarse que con uso
juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado. La razón sirvió de
guía para estudiar el funcionamiento de las leyes de la naturaleza, por
consiguiente todo lo racional es bueno, y todo aquello que no conlleve a la
razón es incorrecto.
LA IGUALDAD: Si
todos los hombres proceden de la misma naturaleza y todos poseen la capacidad
de razonar, entonces todos los hombres son iguales a la luz de la razón, con
iguales derechos que deben ser respetados.
LA LIBERTAD: En
cuestiones políticas, religiosas, económicas e intelectuales.
DEÍSMO: Es
la religión natural. Tenía su fundamento en que Dios y el alma no pueden llegar
a ser conocidos por la razón humana, por cuanto corresponden a la metafísica
(abstracto), y no puede ser percibido mediante los sentidos.
MORAL LAICA: Es
independiente de la religión, ya que los hombres se rigen por morales no sólo
porque Dios ordena observarlas, sino porque la razón exige el respeto a los
derechos de los demás.
POEMA DE LA ILUSTRACIÓN
"El abanico":
¡Ah, quién su ardor entonces
resista, y qué de amantes
burlándose, embebecen
sus niñas celestiales!
En todo eres, Dorila,
donosa; a todo sabes
llevar, sin advertirlo
tus gracias y tus sales.
¡Feliz mil y mil veces
quien en unión durable,
en ti correspondido,
cual yo merece amarte!
Juan Meléndez Valdés,
Uno
de los mayores exponentes
De
la poesía de la Ilustración
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