EL OSCURANTISMO
El oscurantismo
es una ideología o doctrina que obtiene su máximo auge en la Edad Media, que
fue el periodo entre el fin de la Era Antigua en el siglo V hasta el
Renacimiento en el siglo XIV. El oscurantismo es lo contrario al libre
pensamiento y sus opositores lo asocian normalmente con los preceptos
religiosos.
La oscuridad de
la mente humana se hacía palpable, ante la imposibilidad de cuestionar los
dogmas religiosos, verdades reveladas que no admitían crítica, ni posibilidad
de prueba, es la práctica deliberada de evitar que determinados hechos y
conocimientos sean difundidos a la población, histórica e intelectualmente tiene
dos sentidos comunes.
Restricción u
oposición a la difusión del conocimiento al público.
Oscuridad
deliberada; un estilo abstruso (como a veces se da en la literatura y el arte)
caracterizado por una deliberada vaguedad.
El término
oscurantismo viene de la sátira "Cartas de los hombres oscuros",
basada en el conflicto intelectual entre Johann Reuchlin y los monjes
dominicos, como Johannes Pfefferkorn, que si se deberían incinerar o no todos
los libros judíos por no ser cristianos. En 1509, el monje Pfefferkorn obtuvo
la autorización de Maximiliano I, para eliminar todos los ejemplares del Talmud
de que se tuviese conocimiento.
Causas y
consecuencias del Oscurantismo
Causas: Durante
los siglos XIX y XX el oscurantismo se convirtió en un término polémico usado
para acusar a un autor de escribir deliberadamente de forma oscura para ocultar
su vacuidad intelectual.
Consecuencias:
Se produjo un gran retroceso científico, al impedirse elaborar teorías que pudieran contradecir los dichos bíblicos.
POEMA
OSCURANTISMO
La noche se perdía por un lugar cercado
minoraba el aire su soplo en la materia
un olor a manzanas embriagaba el vacío
y en la luz de tus ojos se quemaba mi estrella.
No sabría expresarte la negrura del viento
duplicidad de sueños en formas contrapuestas
el bien y el mal combaten en círculos cerrados
donde no comprendemos que debemos amarnos.
Si la luz desvistiera los bordes del capricho
y estuvieran tus manos jugando entre mis dedos
no sería tan negra la noche de las pausas
porque son las tinieblas las que nos paralizan
las que instalan las sombras en nuestra incertidumbre
para que en el silencio se restauren los miedos...
©Julie Sopetrán
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